miércoles, 27 de marzo de 2013

Psicopatología

http://youtu.be/sD-XUxR674A
Conferencia Psicopatología
Dr. Agustín Vélez Barajas

Casado Con El Dolor "Asuntos inconclusos"


La vida, de manera indiscutiblemente, está compuesta tanto de experiencias agradables, como desagradables. Aquellos que se aferran en buscar sólo la felicidad, el placer o el bienestar, y se  niegan a reconocer que la también, parte de la vida implica la lucha, el  trabajo, asumir  la responsabilidad y  el compromiso, están viviendo una ilusión, una realidad parcial que podría ser un sueño, una novela, una película, pero no la vida auténtica. Para alcanzar la felicidad madura, es necesario reconocer que, paradójicamente, los retos, las dificultades, las pérdidas y el dolor, por mencionar sólo algunos factores, son también parte de la vida.

Sin embargo, también existen en el otro extremo, las personas que, por alguna razón, se vuelven adictas al dolor o al sufrimiento. Por más que amigos, familiares, profesionistas de la salud los quieran ayudar, ellos se niegan a renunciar a su vida llena de limitaciones, padecimientos y frustraciones.  Podríamos pensar que, a este tipo de personas casadas con el dolor,  en algún momento  de su vida eso les funcionó para obtener algo: atención, cuidados, o simplemente fue su única manera de sentirse vistos, tomados en cuenta, y sigan creyendo que, en el presente, esa es la única manera de obtener la atención que necesitan.

Y aunque ese momento ya pasó (me refiero a la época en que lograban ser tomados en cuenta a partir de mostrarse inválidos,


Repetir las respuestas del pasado

indefensos, necesitados de consuelo por su sufrimiento, etc.)  que es cosa de allá y entonces, en el aquí y ahora se siguen aferrando a las respuestas conocidas del pasado y no se atreven -quizas ni siquiera lo vean como una posibilidad-, a intentar descubrir otras formas de llenar sus necesidades, soluciones menos dolorosas, cansadas o agobiantes para obtener, por ejemplo, atención,  amor, o simplemente,  sentirse vistas y tomadas en cuenta. Es como si el tiempo se detuviera y creyeran que nada ha cambiado, que siguen atrapados en la soledad, la vulnerabilidad y la indefención de cuando tenían tan sólo dos, tres, cinco años. A esta actitud de quedarse atrapadas en el pasado es lo que  los terapeutas gestalt llamamos “Experiencias obsoletas” .

martes, 26 de marzo de 2013

Separarse con Amor


Separarse con amor

Una pareja puede continuar si ambos se autorizan a tomar cada uno su camino y si sus caminos no son demasiado divergentes.
Cuando las direcciones de ambos se separan, de tal suerte que hay un nuevo planteamiento de vida respecto al futuro, puede que sea necesario separarse por fidelidad consigo mismo y con su propio destino. Y nadie debe sentirse culpable.
En ese caso, nos llevamos a nuestro propio futuro, con gratitud, las cosas buenas que hemos tomado del compañero y le autorizamos para que se lleve a su futuro las cosas buenas que le hemos dado.
Y nos exponemos al dolor que toda separación de un compañero importante conlleva.
Confiar en nuestra percepción
Según lo que escribes, parece que una parte de ti percibe que no hay futuro en tu relación, mientras que otra parte intenta convencerse de que esa percepción no es exacta. Es todo lo que me atrevo a decir.


domingo, 24 de marzo de 2013

HOMBRES QUE SE QUEDAN, HOMBRES QUE SE VAN...


 
 
HOMBRES QUE SE QUEDAN, HOMBRES QUE SE VAN



Mujeres/hombres, se quejan de que, a pesar de todo lo que dan, de todo el cariño y el cuidado que ponen en las relaciones, los hombres las dejan y se van.

Del otro lado, escuchamos hombres confundidos que parecería que no tienen lugar en sus propias casas.

A veces dar demasiado, cuidar demasiado, dedicar todas  las energías y encargarse de los hombres, les quita fuerza y termina sacándolos.
En este taller revisaremos la aparente paradoja de cómo el exceso de amor puede llevar al alejamiento y sus consecuencias.
Domingo 7 de Abril del 2013
Horario: 12:00 a 18:00 hrs

jueves, 7 de marzo de 2013

AJUSTE CREATIVO


El Ajuste Creativo

Es comprensible que un niño se sienta terriblemente mal si sus padres no son capaces de darles seguridad y afecto. Para un infante, eso puede significar la diferencia entre la vida y la muerte. Sin embargo, alguien que, a pesar de estas carencias o experiencias dolorosas logró sobrevivir, tendría que ser capaz de reconocer que ya no necesita, para lograr ser feliz, ni siquiera para seguir con su vida, de eso que no tuvo de las personas que fueron  significativas para su sobrevivencia porque dependía totalmente de ellas. Si, a pesar de las carencias,  logró convertirse en un adulto, es que de alguna manera consiguió llenar esa necesidad con los recursos con los que contaba en aquel momento, aunque no fuera, seguramente,  de la forma más satisfactoria. Es lo que en Gestalt se denomina “el Ajuste Creativo”,  semejante a lo que en psicoanálisis se conoce como “mecanismos de defensa”.


ajuste creativo

¿Por qué ajuste creativo? porque en Gestalt consideramos que las personas siempre hacemos lo mejor que podemos con los recursos que contamos en un momento determinado. Por lo tanto, no pueden considerarse simple y llanamente actos neuróticos, pues, finalmente, lo que haya hecho la persona en ese momento le ayudó a sobrevivir y utilizó los recursos con los que en ese momento contaba de la mejor manera posible.

Para ejemplificar lo anterior, recuerdo el caso de una paciente que comentó en una sesión una situación que había sido muy dolorosa para ella, (la muerte de su padre),pero me lo dijo de una manera completamente tranquila, como si se tratara de algo que no le afectaba en realidad. Yo le reflejé esto, le dije que me impresionaba que me estuviera hablando de algo que me impactaba mucho tan sólo de escucharla y que, sin embargo, a ella que la había enfrentado la percibía muy tranquila. Entonces me dijo que ella, desde niña, había tenido que ver por toda su familia (su madre y sus hermanos) cuando el padre los había muerto  y que, desde entonces, había aprendido a ser “la fuerte”.

Esa era la razón en la que ella se explicaba porque, ante una situación dolorosa del presente, tenía que seguir actuando de la misma manera que lo había hecho desde que era una niña de 12 años. Lo que le dije entonces, es que ahí, conmigo, en el consultorio, no tenía la emergencia de ser la fuerte ni de salvar a nadie. Que en ese contexto terapéutico estaba también yo, y que mi función era acompañarla en este proceso, contenerla. Le pedí, de una manera auténtica, que me permitiera en ese momento se diera a ella el permiso de externar los sentimientos auténticos por lo que estaba viviendo en ese momento.  Y se  arriesgo a experimentar su miedo, sus dudas, su impotencia. Se atrevió a experimentar algo que era muy nuevo para ella, permitirse sentir su vulnerabilidad como ser humano. En ese momento ella logró varias cosas:

Liberarse de la experiencia obsoleta.
Hacer un nuevo ajuste creativo.
Ver las posibilidades que le ofrecía el ambiente (conmigo en el consultorio) en el momento presente.
Arriesgarse a vivir la ansiedad de experimentar algo novedoso, extraño y diferente para ella.
En conclusión, crecer como persona, transformarse, actualizar su identidad dándose cuenta de que no tiene que dejar de ser fuerte para tocar su vulnerabilidad, simplemente, necesita reconocer que ante ciertas circunstancias, toca ser fuerte y apoyar a otros, pero en otros momentos lo que toca, es justo lo contrario, dejarse sentir la vulnerabilidad y la impotencia, y buscar el apoyo en los demás.

Eso, en gestalt es, en resumidas cuentas, el crecimiento y la madurez. Abrirse a la experiencia del momento actual, reconocer las posibilidades que el presente me ofrece, tanto las propias como las del ambiente, y elegir con qué quiero hacer contacto y a qué estoy dispuesto a renunciar,  eligiendo en consciencia,  lo que sea más beneficioso para mí y para otros y cubra de una manera más efectiva mis necesidades dentro de la situación que se vive en el momento presente, más allá de las elecciones que he hecho en el pasado por buenas o malas que éstas hayan resultado.