AMOR QUE ENFERMA/AMOR QUE SANA
Desde nuestro nacimiento, formamos parte de un sistema familiar al que pertenecen nuestros padres, hermanos, cónyuges, hijos, las generaciones pasadas y las personas que, de alguna forma, se han visto implicadas en el destino de nuestra familia (por ejemplo: una pareja anterior de nuestros padres o cónyuges, un muerto en la guerra civil por un familiar nuestro, etc.). El sistema familiar pertenece a un campo común, que vela por los derechos de todos sus miembros. Cuando una persona del sistema sufre un destino especialmente trágico, o fue excluido, menospreciado u olvidado, en las siguientes generaciones se producirán identificaciones e implicaciones sistémicas, es decir, un miembro posterior de la familia, movido por la conciencia familiar y sin saberlo, representará a aquel que fue excluido del sistema familiar. Estas implicaciones pueden manifestarse como trastornos físicos, psíquicos, en la dificultad de encontrar pareja; en un comportamiento conflictivo con algún miembro del sistema familiar y, en el caso de organizaciones, se manifiestan como desordenes en la empresa. Una vez las dinámicas e implicaciones que generan el problema salen a la luz y se restablecen los verdaderos órdenes del Amor, aparecen soluciones que hacen fluir el bienestar de todos los miembros de una familia, y en el caso de organizaciones dan paso a la armonía y la solución para toda la empresa. La aceptación del pasado libera a la persona y a su familia de reproducir los mismos esquemas, permitiendo una nueva visión de su sistema. La persona constelada toma su lugar en el sistema liberando un flujo energético que da paso al Amor y la Armonía.”
11 Y 12 DE ABRIL 2015
REFORMA 199 2o. PISO, COL. CUAUHTÉMOC
INFORMES: (04455) 2966.41.91
LIC. MA. CECILIA MANILLA GARCÍA
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