Sieglinde Schneider ha sido profesora de alemán y religión, consejera escolar, consejera familiar sistémica, actualmente trabaja a nivel internacional como instructura en grupos de formación de terapia individual y pareja.
Durante muchos Años el trabajo de constelaciones familiares se consideró un método grupal. Conforme se fue difundiendo en el mundo aumentó la demanda por llevar las constelaciones familiares a un entorno individual, es decir, a un contexto personal entre consultante y terapeuta en el cual se pueden desplegar las historias familiares de manera privada.
Sieglinde Schneider ha usado el juego de figuras durante mucho tiempo con mucho éxito en la terapia individual. Las figuras son bien aceptadas por los clientes debido a su semejanza a la forma humana. El funcionamiento con este juego es el más cercano a la intensidad experimentada en constelaciones de grupo.
Constelación individual: Este tipo de terapia, trabaja con muñecos terapéuticos que representan a los miembros de la familia. Esta sesión sólo se desarrolla con el constelador y el constelante, y es una ventaja para las personas a las que les cuesta trabajo abrirse ante otras.
Algunas técnicas relacionadas con el uso de objetos en la consulta individual con “Constelaciones Familiares”.
Hoy en día se encuentra tan desarrollada esta técnica que es frecuente encontrar facilitadores en CF. (Constelaciones Familiares) que trabajan con diferentes objetos, como huellas e imágenes cuadradas y circulares, hechas con fomi, que representan hombres y mujeres respectivamente; así como con figuras de madera de diferentes formas y colores, inclusive con Cartas de Tarot (uso de los Arcanos Mayores) y figuras hechas por el mismo consultante con barro o plastilina, y ni que decir de los dibujos hechos en hojas de papel, que sirven de apoyo para encontrar el lugar que el consultante tiene en su familia. Otra de las ventajas que ofrece, independientemente de que se puede realizar el proceso terapéutico “uno a uno” y sin necesidad de contar con un grupo de personas, es que desde una meta posición, el consultante puede identificar el mapa conceptual de la dinámica familiar que sustenta el conflicto que lo perturba y que lo mantiene vigente, para de esta manera tomar consciencia de cómo resolverlo. Es entonces que los objetos se pueden usar como: instrumentos de evaluación, como promotor de una mejor alianza terapéutica, como apoyo para evocar eventos sin resolver, como disparador del proceso de cambio (sabemos que con solo observar la imagen hay un cambio interno muy profundo).
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