sábado, 18 de agosto de 2012


                      “LOS MOVIMIENTOS DEL ALMA”.

Hay que verlo en relación con el trabajo de Constelaciones Familiares. El trabajo con Constelaciones Familiares es el método más importante con el que yo intento ayudar a familias y a personas individuales.
Para aquellos de vosotros que todavía no conocen tan bien este trabajo, lo explicaré brevemente.
Cuando alguien tiene un problema, que quizás tenga que ver con su familia (por ejemplo si una persona ve que en su familia ha habido varios miembros que se volvieron psicóticos, a través de varias generaciones), se puede suponer que en la familia hubo algún suceso especial, por lo que se mira de encontrar soluciones para dar un giro positivos a estos destinos tan difíciles. Y para esto sirve el trabajo con Constelaciones.
Por tanto, cuando un cliente viene a un grupo y relata el problema, con la ayuda de los demás participantes del grupo se configura su familia, bien sea su familia actual o la familia de la que proviene. Elige de entre los presentes a representantes, por ejemplo, para su padre, para su madre, para sus hermanos y también para sí mismo.
Después configura estas personas, las va posicionando y relacionando en el espacio y, si lo hace de forma centrada, algo surge que a él mismo lo sorprende. Por ejemplo, ve de repente que todos miran en una misma dirección y con esto se puede deducir que todos están mirando a alguien que fue olvidado o excluido. Así, cuando uno pregunta, el cliente de repente se acuerda deque la madre de su madre murió en el parto. Donde algo así ocurre en una familia, los demás lo sienten como miedo. Por tanto, preferirían no mirarlo. Pero la Constelación muestra que todos están mirando allá, y el alma del individuo mira también hacia allá.
Y así yo, como terapeuta, elijo a una representante para aquella mujer que murió en el parto y la pongo delante de los demás representantes. De repente los sentimientos de todos los implicados cambian. Quizá, antes estaban rígidos y ahora pueden moverse y se dan cuenta de la importancia que aquella mujer tiene para ellos. Quizá una hija de aquella familia se acerca a la abuela y la abraza con un profundo amor y ahí se puede ver que esa hija, que nunca conoció a la abuela, está vinculada con ella mediante un profundo amor.
Si uno luego investiga, la madre tal vez diga: “Si, esta hija ya varias veces dijo que quería morirse”. Es decir, esa hija quiere ir con la abuela muerta. De repente sale a la luz una conexión entre aquella abuela y la nieta. Eso es lo que yo llamo implicaciones sistémicas.
Por tanto, a través del trabajo con Constelaciones Familiares muchas veces se muestra que alguien pretende imitar a otro miembro de la familia, es decir, que quiere tener el mismo destino que otra persona, sin que esa persona sepa nada de la otra.
Y así de repente, a través del trabajo con Constelaciones, se revelan unas leyes, unos órdenes, según los cuales las personas se comportan, muchas veces en su propio detrimento, porque interiormente quisieran ayudar a otra persona, pero no pueden hacerlo. Si esa hija muriera, nada se solucionaría. La abuela no se encontrará mejor y todo el resto de la familia también estará peor.
Por tanto, con la ayuda del trabajo con Constelaciones, haciendo pequeños cambios en la imagen, o sacando los movimientos profundos del alma o también las frases secretas del amor, uno puede liberar a otras personas de esas implicaciones.
Es decir, volviendo sobre el ejemplo de antes, si aquella nieta va hacia su abuela, yo le pido que le mire a los ojos y le diga: “Querida abuela, me gustaría morir como tú, por amor hacia ti, para guardar tu memoria”. Así sale a la luz el profundo amor de esa nieta a su abuela.
¿Y cómo reacciona la abuela, entonces? Ella le dice: “Querida nieta, puedes venir conmigo más tarde, cuando ya te hayas hecho grande y vieja, entonces te esperaré. Pero ahora me alegro si sigues con vida. Te bendigo, si sigues con vida”. Así la nieta puede tomar aquello de la abuela y en vez de querer morir por amor a la abuela, ahora, por amor a la abuela, quiere vivir.
De este modo, a través de las Constelaciones Familiares se pueden iniciar y también mostrar unas soluciones preciosas para toda la familia.
Eso sería la parte de fuera, pero en el trabajo con Constelaciones ocurre algo extraordinario: los representantes, una vez configurados, sienten de la misma manera que las personas reales que ellas representan, sin que las conozcan. A veces incluso desarrollan los síntomas de las personas que ellos representan. De pronto, alguien se queda sin aliento, no puede respirar, y preguntando uno puede saber que la persona que él representa tiene asma... o la voz cambia... o alguien de repente tiene la expresión de una rabia asesina y recibimos la información de que la persona que representa tenía ese tipo de rabia asesina contra otro miembro de la familia.
La pregunta es: ¿cómo es posible este fenómeno: que alguien lo perciba inmediatamente, sin saber nada de todo ello?
Yo tengo una explicación, una imagen. No sé si es exacta. Todas estas cosas son misteriosas. Pero la imagen que yo me hago, es la mejor para explicarlo.

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